31 agosto 2010

TANTO GILIPOLLAS Y TAN POCAS BALAS

Hace ya más de 20 años que Ford Fairlane el detective rockanrolero utilizara esta frase en la ya mítica película de los 90 y sin embargo después de 20 años sigue siendo una de las que más veces me viene a la cabeza durante mi jornada laboral.

Cuantas veces no habréis pensado en lo bien que se viviría sin toda es panda de incompetentes que nos rodean durante mas de 8 horas al día.
Si los amigos son la familia que tú eliges, los compañeros de trabajo son sin ninguna duda ese cuñado plasta al que te toca aguantar en todos los eventos familiares.

Vamos a pensar en alguno de los diferentes tipos de tipos de " futilis contubernâlis" o compañeros inútiles:

El señor o señora whisper xl – debido a su increíble capacidad para regular su nivel auditivo este ser es perfectamente capaz de no oír un teléfono sonando en su misma oreja y sin embargo captar a 600 metros un susurro siempre que huela a cotilleo.

El brown dodger (esquiva -marrones) – esta persona puede obviar, derivar, endosar, o lo peor de todo, liar aún más, cualquier tipo de problema o trabajo poco gratificante que surja en el horario laboral arguyendo un sinfín de excusas tan imaginativas como la del “perro se comió mis deberes”.

El estresao -  esta especie unida en el 95% de los casos al prefijo chimenea derivando en el sujeto chimenea-estresada debe salir a fumar un mínimo de 6 veces a lo largo de la mañana no sin antes clamar a los 4 vientos sobre todo lo que trabaja, lo mucho que le debe la empresa y lo mal que le trata la vida.

Seguiremos analizando la fauna empresarial en posteriores publicaciones...

27 agosto 2010

El otro día me dió por oir canciones de "otra época"... y además de darme cuenta que estoy hecho un chaval, empecé a reflexionar que durante esos años hubo una explosión de libertad que hoy en día sería impensable. Canciones como "La mataré" de Loquillo o "Ayatollah" de Siniestro Total, serían impensables hoy en día gracias al celo de nuestros inquisi-gobernantes, que se empeñan por activa y por pasiva en pensar por nosotros lo que está bien y está mal.
Ya sería sorprendente que hoy en día, a un grupo de música le pudieran dar cierta repercusión con canciones como "El sudaca nos ataca" de nuevo los geniales Siniestro o "Manolo es gay" de los Peter Sellers. El aborregamiento es tal que solo triunfitos, shakiras, alejandrosanzes y todo este elenco de aburridísimos coñazos tienen cierta posibilidad de acceder a los medios de masas. Me recuerda a lejanos tiempos cuando los Manolos Escobar, Carmenes Sevilla, etc... tenían el beneplácito del regimen.

Somos el mismo país de pandereta disfrazados de modernos.

Pero para que no os vayais con mal sabor de boca os abro una ventana a la ilusión: Me he acordado de los geniales "Doctor Explosión", (impagable su "Surf Talibán") que siguen en activo y de uno de sus grupos apadrinados, los coruñeses "Los Justicieros" (nombre más que apropiado para este blog), que definen su música como "Garaje, Surf & Roll from the death coast".
Pero claro, la censura era cosa de cuando eramos "un país subdesarrollado"...

25 agosto 2010

Bienvenidos a este nuestro humilde blog.
¿No os gustaría a veces llevar una porra eléctrica en el bolsillo y poder aplicarle una pequeña descarga a más de uno?
Esa es la intención del blog. Aplicar pequeñas descargas verbales para mi desahogo, denunciando a esta sociedad de mierda, en la que los menos indicados nos indican como debemos comportarnos, como debemos actuar, que debemos comer, que debemos pensar y si me apuráis con quien debemos fornicar.
Me encantaría aplicar justicia a ciertas injusticias... pero como esto está montado así pues me conformaré con el cobarde recurso del pataleo.
La porra eléctrica de la que os hablo tendría un regulador de tensión de modo que se pudiera aplicar tanto a un imbecil que en el metro pone los pies en el asiento como a un político de los que nos engañan constantemente y se lo llevan muerto, o a un contertulio del corazón. Diferentes modelos... diferentes grados de tensión.
El ser humano está condenado a vivir en sociedad y para nuestra desgracia no podemos escapar de ello... hay que aguantar a mucho soplagaitas.