Tengo la suerte de trabajar en un lugar donde hay un montón de jefes (coordinadores, directores de departamento, directores de área, directores de división, bla bla bla), lo que me ha permitido, todos estos años, hacer un estudio pormenorizado sobre la inutilidad e improductividad en el medio laboral español. Cada vez tengo más claro que el nivel de productividad en este país tiene que ser muy alto en algunas empresa porque lo que es en la mía bajamos la media mogollón.

Lo de los jefes intermedios es muy fuerte. El 90% son verdaderos inútiles que marean el trabajo y son genios en el arte de simular esfuerzos con los típicos comentarios (buf... estoy hasta arriba), además en el 99,9% de los casos (y soy muy generoso) no tienen ni idea de dirigir equipos. Ocultan su ineficacia con larguísimas jornadas de trabajo, quedándose hasta las tantas y obligando a quedarse a mucha gente con ellos...
Este es el día tipo de uno de ellos: "Llego a las 10 (después de que tu estás sentado en tu puesto de trabajo desde las 8), me bajo a tomar café. Mareamos la perdiz un poquito y luego me voy a comer con clientes. Vuelvo achispado (mejor piripi que es más fino) y a eso de las 6 de la tarde me pongo a currar (y tu conmigo chavalote)"... así que cojonudo, el currito se ha pasado todo el día mirando el Marca y los correos de reenvia esto o se morirá tu perro y cuando me quiero pirar a casa tengo que ponerme a escuchar al baboso de mi jefe como intenta justificar su sueldo.
Luego están las reuniones de trabajo: un grupo de gente que pone cara muy seria y utiliza palabras técnicas para impresionar a su superior, o lo que es peor, a sus compañeros, pero que en realidad les importa un güevo lo que se discute y que están pensando en que CR9 hace tiempo que no moja (en sentido amplio). Estas reuniones, en un altísimo porcentaje, podrían solventarse en un par de minutos pero se eternizan con perogrulladas que hay que escuchar a mucho mediocre que a falta de ideas inteligentes creen que por hablar mucho se les va a tener más en cuenta.
Hoy no me voy a parar a hacer ningún comentario sobre el trabajador absentista y caradura ni sobre el que no tiene nada que hacer fuera del trabajo y alarga la jornada por voluntad propia. Lo dejo para otra porrita...
Si yo mandara algo, os juro que a todo el que se quedara 5 minutos por encima de su horario de trabajo y no fuese absolutamente justificable, lo echaba a la puta calle con la porra eléctrica metida en el orto... por inútil, lento y pelota asqueroso.